Noviembre apenas acaba de aterrizar y el frío ya se nota en la ciudad, menos mal que la ropa de abrigo ya estaba esperando en el armario.
Esta tarde he sentido la necesidad de salir con la cámara como hacia tiempo que no sentía, supongo que serán cosas de este mes que nos envuelve. Esta vez decidí recorrer el Retiro antes de que llegase la noche.
Nunca me había gustado de todo el otoño hasta que llegué a Madrid, hasta que vi como las hojas de los árboles comenzaban a caer para inundar la ciudad con sus cálidos tonos. La luz de esta estación hace que vea las calles de una manera diferente, como si fuera la primera vez que paseara por ellas. Van a tener razón cuando dicen que Madrid siempre tiene algo nuevo que ofrecerte, algo nuevo con lo que descubrirte.
Qué fotos tan chulas! El otoño siempre ha sido una de mis estaciones favoritas (aunque el verano está siendo un duro competidor xD) Te recomiendo ir al Jardín Botánico, en esta época te encantará! :)
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