domingo, 26 de abril de 2020

Estar bien

¿Estás bien? La respuesta puede ser muy amplia pero realmente, ¿qué significa estar bien? Estos días estoy pensando mucho en esa pregunta y quizá las respuestas me están ayudando a conocerme un poco más a mí misma. O eso quiero pensar.

Aún no has respondido. No me lo has dicho. ¿Estás bien? La respuesta depende mucho del universo de cada persona, de la sinceridad de esta, de la confianza que tenga con la persona que se lo pregunte y del contexto. Algunos dirán que están bien si los suyos están bien y no necesitan nada más. Otros se conformarán con tener un trabajo, comida y un techo donde dormir sin importar que sea un espacio compartido con más personas que dedos tiene una mano. Algunos, solo responderán a nivel de salud, quizá porque hayan salido de una grave enfermedad y se han dado cuenta de que sin salud no hay nada. Y luego están las diferentes formas, y más difíciles de contestar, y que según la famosa pirámide de Maslow son las que se encuentran más cercanas al pico que serían reconocimiento y autorrealización.
Los primeros estratos, los de fisiología y seguridad, son los más básicos. Y, en el medio, estarían las necesidades sociales. En  el mundo en el que vivimos estos días, en pleno confinamiento, una parte de mí piensa que deberíamos de bajar nuestras expectativas en la vida y lo que consideramos ser feliz por un tiempo, aplazarlo. No quiero decir por ello que tengamos que conformamos con lo que tenemos, pero sí mirar un poco más allá, es decir, tener en mente los últimos estratos de la pirámide para valorar en el que estamos en estos momentos. Muchos tienen familiares aún contagiados en estado muy grave y a otros cuantos el futuro ha hecho añicos su futuro, o al menos lo que pensaban que sería. Se ha roto como el cántaro de leche del famoso cuento de la lechera. Muchos no saben si podrán celebrar su boda o si podrán continuar con ese trabajo en el que han puesto tanto empeño, y no solo hablo de emprendedores y autónomos. El insomnio, la incertidumbre y la ansiedad se han convertido en grandes compañeros de nuestro día a día. Cuando esos compañeros comienzan a ser un gran agobio: habla con tus personas favoritas aunque estén en la distancia, haz algo que te llene o disfruta con los ojos cerrados de esa playlist llena de letras memorizadas. Algunos días cuestan más que otros sobretodo en esta situación de confinamiento pero pronto, ojalá muy pronto podremos volver a creer en un mundo mejor, y lo que mejor, sentirlo y disfrutarlo con plena libertad. 

Y ojalá también podamos responder que estamos bien porque lo sentimos con cada poro de nuestro ser.

*La foto de esta es de uno de unos mis lugares favoritos en el mundo y al que más estoy deseando ir cuando podamos salir.

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