Me pregunto que día dejas de ser turista para convertirte en un habitante más de la ciudad, aunque sólo sea algo temporal. Quizá sea en ese momento en el que eres capaz de moverte por sus calles sin tener qué preguntar o consultar Google Maps para saber dónde vas, recordar el nombre de algunas calles que no formen parte de la arteria de la ciudad, así como saber el nombre de las mejores cafeterías para desayunar.
Aún me siento turista en Cambridge, pero reconozco que ya no es la extraña que me encontré nada más llegar a la estación de tren. Algún día haré una entrada dedicada a sus viajeros y a las tiendas de la estación. En esta ciudad abundan los amantes del café para llevar y de que les encanta comprar flores frescas.
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