Intento siempre que puedo poner mis ojos en "modo turista" y pasear con ellos por lugares que ya conozco o, como en este caso, por la ciudad en la que vivo. Con las prisas del día a día muchas veces olvidamos fijarnos en los pequeños detalles del lugar en el que vivimos. ¡Y yo soy muy fan de los detalles! Me encanta salir a pasear por calles que no frecuento y mirar las fachadas, los escaparates de los locales y también me gusta fijarme en la gente que camina o lee libros sentados en cualquier lugar. Supongo que como lectora y amante de los libros que soy cada que veo alguien con los ojos perdidos de letras me da un pequeño vuelco el corazón. Todos tenemos nuestros hobbies y la lectura es una de mis perdiciones.
Casi todas mis imágenes de esta ciudad son del mar. Muchas son repetitivas y casi iguales, pero creo que el mar tiene un efecto imán en mí. Nunca imaginé que podía echarlo tanto de menos hasta que viví lejos de él. Ahora tengo la suerte de poder ir a verlo siempre que quiera al vivir en una ciudad costera. El mar es inspiración y diría que casi un estado mental ya que me transmite muchísima paz.
Tenía el blog un poco en standby y he querido volver con la primavera, que según el calendario, ya está entre nosotros. He estado un tiempo de descanso del blog, que creo que a veces es necesario un tiempo de desconexión de algunos temas para luego volver con más fuerza. Espero que este año la creatividad aflore en cada poro de mi piel y que yo vuelva a ser constante publicando contenido en este rincón al que tengo tanto cariño.
Si notáis alguna mancha recurrente en las fotos es porque mi cámara está sucia y me he dado cuenta justo al ampliarlas en el ordenador :(
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