Desde que descubrí Malmö, gracias a Monsterhouse, estaba obsesionada con este lugar. Sobre todo tras enterarme que esta ciudad sueca estaba conectada a menos de media hora en tren de la capital danesa. Es por ello por lo que desde hace unos años visitar ambas ciudades en un mismo viaje se había convertido en un pequeño objetivo que pasó a convertirse en un regalo no esperado de cumpleaños. Muchas gracias, A.
Reconozco que la primera impresión que tuve al salir de la estación ya en Malmö porque lo primero que vi no me agradó demasiado. Sin duda, mi rincón favorito de Malmö, y lo que hizo que cambiase la primera sensación que tuve con la ciudad, fue Kungsparken. Un parque verde con lagos, muchos patos e infinitas margaritas. De hecho, había tantas que de lejos parecía que un fino manto de nieve se había quedado para arropar el verde del césped. La imagen fue espectacular y se quedó grabada en mi retina como si en vez de la naturaleza aquello fuese magia. De haber tenido más tiempo o haber hecho noche en la ciudad me hubiera encantado sentarme a leer un libro o simplemente a no dejar de mirar aquello tan bonito que me rodeaba.
Lo que tampoco nos esperábamos era encontrarnos en el museo de Arte Moderno con una exposición gratuita de Andy Warhol. Algo que hizo que la visita a Malmö estuviera llena de sorpresas bonitas.
Si alguna vez vais a Copenhague y tenéis tiempo no dudéis en montaros en un tren para pisar tierras suecas y conocer la ciudad de Malmö. ¡Os sorprenderá con creces!
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