Esta selección de fotos es de un finde de enero que decidí quitarle un poco de polvo a la cámara y salir con ella a pasear. El paseo fue bastante corto ya que únicamente fui por la calle Quart, la plaza de la Virgen y luego por el Jardín del Turia. Salí tarde, hacía frío y por eso la vuelta fue más corta de lo que esperaba en un principio. Pero valió la pena.
Estas fotos llevaban en la tarjeta de la cámara hasta ahora. No son las mejores fotos el mundo, soy totalmente consciente, pero me ha alegrado acordarme de ellas ya que han sido un pequeño paseo al exterior.
Mi plan para este mes de abril, entre muchos otros, era quitarle todo el polvo a la cámara que llevaba acumulando tantos meses y recorrer la ciudad con ojos de turista, como tanto me gusta hacer. Normalmente las fotos las hago con el móvil, pero cuando la idea es subirlas aquí, prefiero coger la cámara. Es una rutina que quiero retomar una vez volvamos a lo que sea que vuelva a ser la "normalidad". Porque de todo lo que pensábamos que era normal y que era inmutable, ¿que quedará una vez termine todo esto? ¿Volveremos a saludarnos de la misma manera? ¿Los planes de fin de semana seguirán siendo los mismos? ¿Podremos volver a viajar por el mundo? Este COVID19, esta pandemia, tiene muchas papeletas para cambiar por completo la sociedad y nuestras vidas tal como pensábamos que era. Dicen que también cambiará la manera en la que compramos. ¿Cambiará también la manera que tenemos de percibir el mundo?
Justo hace un rato he leído un artículo bastante interesante escrito por David Barrado de su opinión con un artículo bastante acertado titulado "2020: el año 0 de una nueva sociedad". Y yo, no hago más que pensar en todo lo que cambiará a partir de ahora, y preguntarme si saldremos con más resiliencia de la que entramos en este confinamiento que aún dura.
Estos días, echo de menos como nunca el sol acariciando mi cara y cosas tan simples, que soy consciente de que no apreciaba su verdadero valor. Hablo de cosas como ir al supermercado sin miedo, salir en cualquier momento a la calle e incluso la simple rutina de ir a trabajar. Estos días, a pesar de que tengo la concentración a medio gas y me cuesta hasta ponerme a leer, el cuerpo me pide escribir. Me pide volcar todo lo que siento, vomitarlo, sacarlo, expresarlo. Supongo que cada uno tiene su vía de escape y estos días, esta es la mía.
Tengo una lista de las cosas que quiero hacer cuando termine este confinamiento. En la lista hay cosas tan triviales como tomar una cerveza en una terraza, pero también cosas más importantes como sacar por fin tiempo a los proyectos que llevan tiempo rondando en la cabeza y no terminan de salir. Algunos de ellos fotográficos. Una vez termine todo esto, quisiera seguir siendo la chica de la listas, pero también la chica de la acción. A pesar de la tristeza que algunos días me inunda el pecho, saldremos de esta. Y sí, aunque cueste estar en casa, estos días más que nunca tenemos que ser conscientes de que lo más importante es la salud y que la personas que queremos estén bien. El tiempo también es importante, pero ya encontraremos la manera de recuperarlo.
No hay comentarios
Publicar un comentario